Uno de los métodos más conocidos es la electroestimulación, que se basa en el uso de impulsos eléctricos para estimular los músculos. 

Este procedimiento se puede utilizar tanto en la rehabilitación física como en el ámbito deportivo. La electroestimulación ayuda a contraer los músculos, mejora su fuerza y resistencia, y contribuye a una mejor coordinación intermuscular. Esto es especialmente útil en la recuperación después de lesiones y cirugías, así como para mejorar el rendimiento deportivo.

Otro método popular es el masaje con el uso de dispositivos. Puede incluir diversas técnicas como el masaje al vacío, el masaje con rodillos y otros. Estos procedimientos ayudan a mejorar la circulación sanguínea, aliviar la tensión muscular, reducir la hinchazón y aumentar la relajación general. El masaje con dispositivos también contribuye a mejorar el metabolismo y eliminar toxinas del cuerpo.